Honkai Star Rail: Survive, Adapt, Overcome (Spanish Version)

Chapter 48: Capítulo 47: Trabajador



"Les dije que fueran discretos." Comentó Aleph mientras caminaba por el vestíbulo del museo junto a Stelle y Marzo. "Solo deben observar y expandir el área de búsqueda. Confío en que lo harán tan bien como lo hicieron en Luofu."

"¿Discretos?" Repetía Stelle con una ceja alzada. "Estamos hablando de tus demonios. ¿Seguro que entendieron la parte de 'discreto'?"

Marzo se encogió de hombros.

"Son más discretos que tú."

"Estarán bien. Oni esta a cargo y me asegure de decirle a Nappea que vigile bien a Jack, con suerte no se meterán en problemas." Comentó Aleph.

Marzo se cruzó de brazos.

"¿Y si se encuentran con el tipo? ¿Con el tal 'Sr. Pies Fríos'?"

"Pueden usar nuestro contrato como vía de comunicación e informarme, de esa forma podré darles las indicaciones necesarias."

Marzo puso las manos en sus caderas y le dirigió una mirada ligeramente intensa.

"Teniendo eso a tu disposición... ¿Por que no lo usaste cuando tuvimos esos problemas rastreando a los Heliobus?"

Aleph desvío la mirada.

"... Casi nunca uso las invocaciones ¿Crees que lo sabía?"

"Excusas." Comentó Stelle mientras lo miraba inexpresivamente.

La voz de Pela los interrumpió desde la escalera del segundo piso.

"Por ahora no hemos avanzado nada útil." Bajó con el ceño fruncido y una tableta en mano. "Estuve revisando los informes de anoche. Nada. No había absolutamente nada."

"¿Y ahora qué?" Preguntó Stelle.

"Voy a hablar con el Capitán Gepard. Tal vez la Guardia puede darnos más ojos en la calle. Mientras tanto..." Bajó la tableta. "Les encargo arreglar lo que quedó dañado. Si el museo no está presentable antes del Festival, será otra crisis más."

Al fondo del gran salón, una zona estaba cerrada con biombos y paneles de madera. Un cartel colgado sobre una cadena leía Prohibido el paso.

"¿Qué hay ahí?" Preguntó Marzo, señalando con curiosidad.

Seele se adelantó y se cruzó de brazos con indiferencia.

"Es la única exhibición que no fue robada. Y no deberían acercarse. Es… una sorpresa."

"¿Una sorpresa?" Murmuró Stelle.

"Ajá." Seele miró a otro lado. "Y no es asunto de ustedes."

Antes de que alguien pudiera responder, la puerta principal se abrió de golpe.

"¡Ah, perfecto! Justo a tiempo."

Cocolia entró con paso firme. Su expresión impacienciente estaba exclusivamente dirigida a Seele.

"Pela me informó que ya no estás ocupada, Seele." Dijo en un tono neutro con una sonrisa. "Así que vine a buscarte para continuar con tus clases de etiqueta."

El rostro de Seele se transformó rápidamente en una mueca de horror.

"¡No otra vez!" Gritó antes de girar sobre sus talones y salir corriendo.

Cocolia suspiró profundamente.

"Esto pasa casi todos los días." Murmuró mientras empezaba a seguirla. "Algún día se acostumbrará."

La puerta volvió a cerrarse.

El resto se quedó en silencio un momento.

"...Bueno." Murmuró Pela mientras se ajustaba los lentes, y decidía ignorar lo que había ocurrido. "Manos a la obra."

*********

Mientras los demás arreglaban vitrinas y trataban de reparar cosas destruidas, Pela regresó acompañada de Gepard, quien observaba el lugar con atención.

"Gracias por venir, Gepard." Dijo Pela. "La situación sigue estancada. Como te mencioné, necesitamos apoyo logístico para los próximos días."

Gepard asintió.

"He dado aviso a las patrullas. Si hay algún movimiento sospechoso en los próximas horas, nos lo informarán de inmediato."

Gepard notó el desorden y las vitrinas dañadas y ladeó la cabeza.

"Puedo ayudar con esto también. No es problema."

Marzo se apoyó en una vitrina recien reparada.

"Hablando de eso..." Murmuro mientras miraba a Gepard con curiosidad. "Creí que tardarias mucho más en aparecer."

Gepard sonrió y negó con la cabeza.

"Desde que se encargaron del Stellaron, el fragmentum si bien sigue siendo un problema ya no se expande y la proliferación de monstruos es cada vez menor. Desde entonces, muchos guardias tenemos más tiempo libre para otras tareas como esta." Gepard dudó un poco, antes de sacar un cuaderno del interior de su abrigo. "Esto me dio tiempo de dedicarme más a mi hobby ¿Que opinan? Serval y Lynx, aún no lo han visto."

"No está mal." Aleph asintió mientras lo veía, por lo que recordaba Kevin era mucho peor dibujando, por lo que no podía decirle mucho a Gepard.

"Sí," asintió Gepard con seriedad. "Serval me animó a buscar una actividad relajante para dejar de lado el estrés y ocupar mi nuevo tiempo libre. Intente con la música pero..."

Pela se estremeció con un escalofrío como si recordará algo aterrador.

"Tal parece que no tengo talento en esa área."

Aleph alzó una ceja con curiosidad.

"¿Y que fue lo que te llevó a interesarte en el arte?"

"¿Has visto los carteles de se busca?"

Al verlo asentir, Gepard continuó.

"Recordé lo relajante que fue la experiencia de dibujarlos y entonces me pregunté ¿Por que no tomarlo como un hobby?"

Stelle casi se tropezó al escuchar la confesión y Aleph hizo un esfuerzo sobre humano para aguantarse la risa.

¿Entonces era Gepard quién había hecho esos infames, pero increíblemente graciosos retratos? El hombre merecía un aplauso y una ovación de pie de su parte.

Pela, curiosa, extendió la mano.

"¿Puedo?"

Después de ver que Gepard no se negaba, Aleph le entregó el cuaderno a Pela.

Pela lo abrió.

Su expresión se congeló.

En la primera hoja, un dibujo a lápiz de lo que parecía ser... ¿un perro? ¿Una señora con gorro? ¿Una tetera?

La segunda hoja era aún más bizarra. Parecía un intento de retrato de Bronya, con ojos desiguales y una nariz en una forma extraña.

Marzo y Stelle se asomaron. Stelle se cubrió la boca. Marzo soltó un "¡Awww!" que no sonaba del todo genuino.

"¿Y bien?" Preguntó Gepard, con esperanza genuina en los ojos.

Pela cerró el cuaderno con cuidado.

"Tienes… mucha dedicación. Y eso es lo más importante."

"¡Sí! ¡Definitivamente!" asintió Marzo. "El arte está en el corazón. No en… eh… las proporciones."

Gepard, sin entender la ironía, asintió orgulloso.

"Era la Señora Bronya. ¿Lo reconociste?"

"...Claro." Marzo desvió la mirada.

"Lo importante." Añadió Pela, intentando cerrar el tema de la forma más delicada posible. "Es que te relaja y te gusta. Eso ya vale más que muchos artistas."

Gepard asintió con una sonrisa auténtica. "Exactamente. Además, estoy mejorando. Tengo planeado hacer una serie sobre Belobog y sus ciudadanos."

"Eso suena… ambicioso." Murmuró Stelle.

"¡Queremos ver más!" Mintió Marzo con pulgares arriba.

Pela los dispersó con un gesto.

"Volvamos al trabajo. Ya habrá tiempo para arte. Si conseguimos detener esta subasta."

Gepard guardó el cuaderno en su bolsillo antes de asentir y dirigirse hacia donde se encontraban caídas algunas repisas.

...

"¿Alguien aquí estaría dispuesto a ayudarme a administrar el museo?" Preguntó el director, limpiándose las manos con un pañuelo tras haber reparado la cerradura de una vitrina.

Stelle alzó las cejas.

"¿No se suponía que sólo veníamos a arreglar un par de cosas?" No quería ser descortés pero había otras cosas que hacer y no quería perder su tiempo en el museo.

"Y ya casi terminamos." Añadió Marzo. "Lo siento, pero paso. Tengo otras cosas que revisar."

Aleph miró al director. Luego a las vitrinas. Luego al techo. Y suspiró.

"Supongo que puedo ayudarte."

El director sonrió.

"¡Magnífico! Ya comenzaba a pensar que esta juventud sólo venía a romper cosas."

Stelle se rio entre dientes.

"Él rompe cosas mejor que nadie, en eso estamos de acuerdo."

"¿Y con que derecho dices tu eso?"

"Te dejamos entonces." Dijo Marzo, dándole una palmada a Aleph en el hombro. "Nosotras volveremos a ir a Underworld. Recibimos un mensaje de Clara pidiendo ayuda con algunos robots descontrolados."

"Bien. Avísenme si encuentran algo sobre el Sr Pies Fríos."

Gepard se acercó al grupo.

"Yo estaré en contacto con los patrulleros. Si detectan algo extraño, se los haré saber. Revisen sus teléfonos cada cierto tiempo." Comentó antes de irse.

Poco después, el director condujo a Aleph hasta el área de recepción. Allí, detrás del mostrador, una joven organizaba papeles con calma. Tenía el cabello rubio atado en una coleta baja y unos ojos verdes que irradiaban amabilidad.

"Esta es Eris, nuestra recepcionista estrella." Dijo el director. "Eris, este es Aleph. Nos está ayudando por hoy."

"Un gusto." dijo ella con una sonrisa ligera.

"Lo mismo." Aleph levantó la mano a modo de saludo.

Eris volvió a sus papeles, y Aleph se quedó ayudando en la recepción. Eris hablaba con entusiasmo sobre una urna ceremonial de la Era de la Reconstrucción, y Aleph, aunque no del todo interesado, escuchaba en silencio.

En medio de eso, Pela se acercó brevemente para darle a Aleph un par de consejos para cuando tuviera que hacer su trabajo como guía.

"Hablar con visitantes no es tan dificil. Sólo mantén el ritmo, no los sobrecargues de datos y observa si están interesados o solo quieren ver las piezas. Eso es todo." Comentó. "Tienes una voz firme, eso ayuda. Mantén contacto visual, pero no intimides. Y si alguien pregunta por la exposición cerrada, di que está en restauración."

Aleph asintió con seriedad.

"Entendido."

Pela se marchó rápido, diciendo que tenía que coordinar a los patrulleros.

Unas horas después, Aleph y Eris ya habían terminado de ordenar las salas principales. La mayoría de los expositores estaban en su sitio, y solo quedaban detalles menores por ajustar. Eris hablaba sobre la restauración de una pieza dañada cuando el teléfono de Aleph vibró en el bolsillo de su abrigo.

"¿Burroughs?" Murmuró en voz baja.

[Maestro, tiene dos mensajes.] Comentó. [Parecen ser un tanto urgentes.]

Aleph abrió la app de mensajería.

[Seele: "Nos topamos con unos tipos raros en trajes negros. Están acompañados por robots avanzados y están causando estragos por aquí. Algo anda mal.]

[Seele: "Tú aún estás en Overworld ¿Verdad? Por favor intenta ponerte en contacto con Bronya y averiguar si ella sabe algo al respecto. No ha respondido mis mensajes."]

"Genial." Murmuró Aleph se pasaba mano por la sien. "¿Cual es el otro mensaje?"

[Bronya: "Aleph. Necesito que vengas a la Fortaleza Qlipoth inmediatamente. Es urgente. Por favor no tardes."]

"Burrougs, avisa a Oni y Nappea que se preparen, nada es seguro. Pero no hará daño que sean un poco más precavidos."

[Entendido.]

*********

Cuando Aleph entró en la oficina de la Fortaleza Qlipoth, se detuvo al ver a Bronya con una mujer frente a su escritorio.

"…Comprendo que no sea culpa de usted ni de su administración actual, Guardiana Suprema." decía la mujer, cruzando los brazos con una sonrisa. "Pero Belobog tiene una deuda y es hora de saldarla."

Aleph avanzó un paso, y la puerta se cerró detrás de él. La mujer giró la cabeza hacia él y lo miró con curiosidad.

"Oh. Vaya, parece que tenemos una visita."

Bronya alzó una mano.

"Aleph, ella es Topaz, de la Corporación Interastral."

Topaz hizo una leve reverencia con la cabeza.

"Encantada."

Aleph no le respondió y en su lugar miró a Bronya.

"Si están discutiendo temas importantes, puedo esperar afuera."

"No será necesario." intervino Topaz, volviéndose hacia la puerta. "Nuestra conversación ya ha concluido."

Antes de irse, se giró una última vez hacia Bronya.

"Recordará, por supuesto, que si Jarillo-VI desea formar parte del entramado galáctico moderno, su historial crediticio con la Corporación será… fundamental."

Bronya asintió con una expresión tensa.

"Ha sido muy clara, Topaz. Tendré en cuenta sus palabras."

"Excelente. Ah, y mientras mis colegas deliberan sobre las condiciones de pago… tenga presente que algunos ya han iniciado operaciones en Belobog. Esperamos que los habitantes de Underworld sean tan cooperativos como usted."

La sonrisa de Topaz se mantuvo hasta que la puerta se cerró tras ella con un leve clic.

Bronya guardó silencio por un momento, luego se dejó caer en su silla con un suspiro. Aleph, preocupado, dio un paso adelante.

"¿Qué está pasando?"

Bronya le dirigió una mirada cansada.

"Hace setecientos años… justo antes del hielo eterno. En ese entonces, la Guardiana Suprema junto a los Arquitectos tomaron una decisión desesperada. Solicitó un préstamo a la Corporación para adquirir armas, unidades automáticas, suministros, y todo lo necesario para resistir."

"¿Un préstamo… de la Corporación?"

Bronya asintió.

"El contrato tenía un plazo de cobro de 280 años. Pero a los pocos meses, el hielo eterno cayó y el mundo se aisló por completo. Durante siglos, se asumió que Jarillo-VI había sido destruido, como tantos otros mundos bajo el ataque de la Legión Antimateria."

Aleph cruzó los brazos, frunciendo el ceño.

"Pero entonces llegó el Expreso Astral."

"Sí." Bronya asintio.

Aleph fruncio el ceño.

"Te haré una pregunta estúpida, pero... ¿Topaz, ella vino a...?"

Bronya suspiró.

"Sí. Vino con la intensión de cobrar aquella deuda y sus intereses. Una cifra tan alta que ni siquiera sé leerla completa."

Aleph se quedó en silencio por unos segundos.

"Ratas carroñeras…"

Bronya alzó la mano para calmarlo.

"Ya me lo dijo antes de que llegaras. Si el pago se sigue retrasando, la Corporación le ha dado permiso para tomar 'medidas más contundentes'."

Aleph se giró hacia la ventana, conteniendo su frustración.

"Si no hubiéramos hecho nada… si el Stellaron siguiera enterrado aquí, ni se habrían enterado. Y ahora vienen a recolectar como si les debiéran algo. Qué conveniente."

Bronya se levantó con lentitud.

"¿Crees que el Expreso Astral pueda persuadirla? Quizás, usar su reputación para alargar el plazo."

"No lo dudes ni por un segundo." Respondió Aleph con firmeza. "Haré todo lo que esté en mis manos para ayudarte."

La tensión en los hombros de Bronya se alivió un poco.

"Gracias."

Aleph recordó algo.

"Seele me mandó un mensaje. Al parecer, unos sujetos vestidos de negro están causando problemas en Underworld. Con robots. Por lo que dijo Topaz es posible que."

La expresión de Bronya se endureció de nuevo.

"Esos tipos… deben ser empleados de la Corporación."

"¿Y si Wildfire decide defender su territorio…?"

"Eso es justo lo que me preocupa." Bronya cerró los puños.

Aleph se llevó una mano a la frente.

"Marzo y Stelle también están abajo. Si hay un conflicto, es casi seguro que ya están en medio de ello."

Bronya se levantó de la silla.

"Entonces no hay tiempo que perder. ¿Puedo pedirte que vayas allí y que trates de evitar el conflicto?"

Aleph asintió antes de dirigirse a la salida.

"Voy para allá."

"Buena suerte, Aleph." Murmuro mientras volvía a sentarse en su silla, tomando su teléfono rápidamente le escribió a Gepard, Cocolia y a Pela.

*********

Un par de empleados de la Corporación yacían inconscientes junto a la entrada de la clínica de Natasha.

"Llegas justo a tiempo," dijo Oleg sin mirarlo. "Aunque te perdiste la parte divertida."

Natasha resopló.

"Vinieron directo a la clínica. Dijeron que iban a hacer una 'inspección'. Intentaron llevarse prácticamente todo lo que no estuviera unido al suelo."

"Estos jóvenes de ahora, ya no tienen respeto por sus mayores." Oleg negó con la cabeza mientras miraba la pila de empleados inconscientes.

Aleph asintió. No estaba particularmente sorprendido por el resultado.

"¿Cuántos eran? ¿Y esos robots de dónde salieron?" Su mirada recorrió los alrededores. No había señales de más gente además de los empleados y de Oleg y Natasha. "¿Y los Guardias? ¿Han venido Gepard y sus hombres?"

"Un grupo mediano. La Guardia trató de intervenir. Gepard vino con refuerzos. Pero justo cuando pensábamos que la cosa iba a calmarse, uno de esos tipos sacó un control remoto. Nos miró y dijo—"

Natasha lo interrumpió, imitando una voz arrogante.

"'No olviden quién fabricó estos juguetes, muchachos'."

El tono le salió tan preciso que Aleph casi pudo imaginar la sonrisa del imbécil que lo dijo.

Si la situación fuera menos sería podría haberle pedido que hiciera una imitación de Welt.

Natasha cruzó los brazos.

"Hook nos avisó que varios más fueron a las minas. Los echaron a todos y tomaron el lugar. Seele, Stelle y Marzo se fueron para allá."

Aleph frunció el ceño.

"En resumen, ten cuidado con los robots," Comentó Oleg.

"¿Está solo? ¿Por qué no fueron a apoyar a Gepard?" Preguntó Aleph.

"Terminamos con estos idiotas poco antes de que llegaras. Aún estamos bastante cansados. ¿Podrías darle una mano? Ya sabes cómo es, sin que lo sepamos podría haberle ordenado a sus hombres retroceder para atender a los heridos y quedarse cubriéndoles las espaldas."

Aleph asintió una vez, sin decir nada más.

"Entonces primero iré con él." Dijo. "Después de eso, iré a las minas. No pienso permitir que esta gente actúe como si todo esto les perteneciera."

Se giró hacia la salida, pero Oleg le puso una mano en el hombro.

"Ten cuidado, chico. Estos tipos podrían tener trucos bastante sucios."

Aleph detuvo su marcha un segundo mientras subía las mangas de su abrigo.

"Y yo tengo los míos " Respondió.


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