Resident evil: Susurros Bajo la Carne

Chapter 10: Capítulo 10: Te voy a salvar parte 1



Capítulo 10: Te voy a salvar

*Subnivel 2 – Túneles de mantenimiento*

Un silencio denso y pegajoso se extiende como una telaraña viva. No es solo el hedor químico de la enfermería abandonada… ahora hay algo más: un tufo a humedad rancia, moho crecido durante décadas y excremento seco. El aire está cargado de una tensión que parece envolver sus gargantas, volviéndoles cada respiración un esfuerzo.

El olor cambia.

Un rastro agrio que se intensifica conforme avanzan. El corredor estrecho tiembla con cada paso. Por momentos, parecen escuchar ruidos en las paredes… o dentro de ellas.

—Esto no estaba en el plano —murmura Rebecca, mirando su PDA—. ¿Túneles de mantenimiento? No hay registro de este nivel en los esquemas originales.

Richard camina adelante, escopeta al hombro. El pasillo de concreto se angosta, con ductos expuestos y cables sueltos colgando como lianas. La humedad es sofocante. Cada luz que parpadea parece ser la última.

Un crujido.

Ambos se detienen.

—¿Lo oíste? —pregunta ella en un susurro.

—Demasiado cerca —responde Richard.

Una tapa de alcantarilla cae al suelo con estruendo, como si algo desde abajo la hubiera empujado violentamente. Richard apunta en esa dirección… nada. Solo oscuridad.

Pero algo está ahí.

Garras que rozan el concreto.

Respiración pesada.

Y luego, un chillido brutal, gutural, que sacude la estructura.

—¡Rebecca, corre!

Desde un túnel lateral, surge una criatura simiesca, de pelaje irregular, ojos blancos y boca babeante: un Eliminator.

Un experimento híbrido entre primate y virus-T. Rápido. Inteligente.

Rebecca dispara. La criatura esquiva el primer tiro. Richard apunta y dispara de nuevo: BOOM, la escopeta le alcanza el hombro, pero el impacto apenas lo detiene.

El Eliminator ruge y se abalanza.

Rebecca cae, la criatura encima de ella.

—¡NO! —grita Richard, lanzando un golpe con la culata. El monstruo lo repele con una mano enorme, haciéndolo chocar contra la pared.

La criatura muerde.

Rebecca grita.

Richard se levanta como puede, agarra una barra con punta rota… y la clava en el costado del simio mutado.

Chillido. La bestia se revuelve y Rebecca aprovechando el momento, rueda hacia un lado dandole opcion a richard de disparar el último cartucho directo al cuello.

BOOM.

El Eliminator se desploma, con espasmos.

Silencio otra vez… hasta que un rugido más lejano los sacude.

No era el único.

—No podemos seguir por los túneles —dice Rebecca, jadeando, limpiándose la sangre del brazo—. Nos van a acorralar.

—De regreso no es opción. Están volviendo por donde vinimos. Tenemos que hallar otra salida.

Richard mira al techo. Hay una trampilla oxidada, con una inscripción apenas legible:

"Área de Ensamble - Subnivel 1"

—Aquí.

La fuerza no les alcanza. Rebecca busca una caja para alcanzar el borde. Richard la impulsa. Ella sube primero, luego le ofrece la mano.

Justo cuando él comienza a subir, otra sombra surge en el túnel.

Un segundo Eliminator.

Richard recibe un zarpazo en la pierna, casi lo hace caer.

—¡AGUANTA!

Rebecca dispara dos veces con su pistola. El monstruo retrocede apenas. Richard se impulsa y cierra la trampilla antes de que la criatura lo atrape.

Arriba: oscuridad.

Humedad.

Ruido mecánico.

Pero al menos… no dientes ni garras.

*Subnivel desconocido – Corredores del Miedo*

Los pasillos están bañados en una penumbra nauseabunda. Las luces de emergencia parpadean, lanzando destellos rojizos sobre las paredes metálicas cubiertas de moho y sangre reseca. El zumbido de los tubos fluorescentes quebrados acompaña sus pasos, como un insecto moribundo.

—¿Te sientes mejor? —pregunta Richard, mirando a Rebecca por el rabillo del ojo.

—Sí… un poco. —Su voz es firme, pero hay una sombra bajo sus ojos. Sudor frío perla su frente, aunque el ambiente no es caluroso.

Richard no insiste. Él también está exhausto. Ambos cojean, sus movimientos descoordinados por la fatiga, las heridas y la tensión acumulada. El silencio es una tortura que anticipa el siguiente horror.

—Espera… —Rebecca se apoya contra la pared. Respira hondo. Su mano tiembla levemente mientras se lleva los dedos al cuello.

—¿Estás bien?

—Solo… mareo. Estoy bien. Vamos. No nos podemos quedar aquí.

Avanzan, rodeando una serie de cilindros metálicos. Cámaras criogénicas vacías, con cristales rotos desde dentro. Una placa dice "Sujeto C-09: Eliminator".

Richard se detiene.

—¿Qué es eso?

Rebecca revisa rápidamente un panel dañado al costado. Entre los cables pelados y documentos rasgados encuentra una nota pegada con cinta:

"Los Eliminators muestran mayor agresividad con el sonido de alta frecuencia. Mantener aislados. No dejar que escapen. Si lo hacen… cierren el Subnivel completo."

Un rugido sordo, como una mezcla entre mono y cerdo, retumba más adelante.

—Tarde —dice Richard.

Un ruido metálico. Algo corre por las paredes. Saltos. Zarpas.

Y entonces, lo ven.

Una criatura simiesca, musculosa, cubierta de parches de piel y sangre seca. Los ojos sin expresión, el hocico torcido en un rictus de violencia pura. El Eliminator los mira, y sin dudar, carga en cuatro patas.

—¡Atrás! —grita Richard, disparando.

La criatura esquiva como un relámpago. Salta por la pared y cae encima de Rebecca. Grita, forcejea. Los dientes del monstruo rozan su hombro. Richard le dispara a quemarropa y lo hace volar hacia atrás, el pecho hecho jirones.

*Sala de servidores antiguos – Subnivel desconocido*

La puerta queda sellada tras ellos con un chirrido oxidado. Richard asegura la barra de seguridad mientras Rebecca se deja caer lentamente contra la pared, jadeando. Su piel está más pálida de lo habitual. Las gotas de sudor resbalan por su cuello como si acabara de salir de una fiebre intensa.

—¿Seguro que no fue una mordida? —pregunta Richard, sin levantar la voz.

Rebecca aparta la mirada.

—No… no fue profunda. Solo me rozó.

—Eso no es lo que te pregunté.

Ella guarda silencio. Se observa el brazo. La herida es leve, pero algo en su interior no se siente bien. El frío. El mareo. Esa sensación de que algo no va bien en sus venas.

—No puedo convertirme, Richard… —susurra, al fin—. No… no puedo acabar como ellos.

Él se agacha frente a ella, apoyando una mano sobre su hombro.

—No vas a hacerlo.

—Tú no lo sabes. Has visto lo que hacen los infectados. Si me transformo… si pierdo el control… —Ella traga saliva, la voz quebrándose— …no quiero hacerte daño. Prométeme que no dejarás que eso pase.

Richard no responde de inmediato. Solo la mira. Por primera vez desde que empezó todo, Rebecca no parece la joven decidida del equipo Bravo. Ahora solo es una persona con miedo de sí misma.

—No voy a dejarte sola en esto. Y no voy a matarte. No mientras haya una opción.

Ella baja la mirada. Un débil suspiro escapa de sus labios. Las venas de su cuello se marcan por un segundo. Richard frunce el ceño, pero no dice nada.

—Te voy a dejar aquí —dice al fin—. Esta sala está segura. El seguro no puede abrirse desde fuera. Nadie entrará si no quieres. Yo voy a buscar una solución. Un antídoto, lo que sea.

—¿Y si no regresas?

—Entonces ya sabrás qué hacer.

Rebecca se muerde el labio, conteniendo algo entre rabia y dolor. Pero finalmente asiente.

—Solo prométeme una cosa, Richard…

—Dime.

—Si regreso, que siga siendo yo.

Él la mira un segundo más. Luego se levanta.

—Voy a traer algo que te mantenga como tú. Te lo prometo.

Le entrega su pistola. Carga una bala en la recámara.

—Solo por si acaso.

Rebecca lo observa hasta que se pierde tras la compuerta metálica.

*Pasillo exterior – Zona de registros olvidados*

Richard avanza por un corredor bajo, plagado de humedad y sombras. El eco de sus pasos rebota en el techo abovedado, donde tuberías oxidadas crujen como si respiraran.

Pasa junto a una sala con cristales rotos. Dentro, cápsulas médicas vacías y documentos dispersos. En una de las mesas, una nota húmeda pegada con una jeringa oxidada:

REGISTRO MÉDICO – COMPUESTO "D"

"El Suero D muestra una reducción de los efectos virales en sujetos infectados en fase temprana. No es una cura. Pero retrasa el proceso, preservando la conciencia del huésped por días, incluso semanas.

Almacenado en: Unidad de Contención – Subnivel ALFA."

Richard aprieta el papel con fuerza. Tiene una dirección. Una oportunidad.

Se da media vuelta para regresar… pero entonces lo escucha.

Un sonido húmedo. Como carne pesada deslizándose por metal.

Y luego…

Un golpe.

La pared a su derecha explota hacia adentro. De los escombros surge una silueta gigantesca..

Más alto que un hombre, con el pecho expuesto por la mutación incompleta, un ojo sin párpado, y un brazo metálico que parece un arma viva. Respiración entrecortada. Como una locomotora infernal.

Richard retrocede. Apunta.

Dispara.

La criatura ni se inmuta. Avanza, rompiendo tubos a su paso. Un segundo disparo. Rebota contra el blindaje de su brazo mutado.

Richard echa a correr.

El pasillo vibra con cada paso de la criatura. Él gira en un cruce estrecho. Otro golpe. El Prototyrant atraviesa parte del muro con su brazo, casi rozando su espalda.

Salta por una baranda a un nivel inferior. Rodillas doloridas. Gira a la derecha. Una luz de emergencia parpadea.

Puerta pesada.

¡Abierta!

Se lanza dentro y acciona la palanca.

¡CLANK!

La compuerta se cierra justo cuando el brazo del monstruo golpea el metal. Un abollón enorme queda como huella de su fuerza.

Silencio.

Richard se apoya contra la pared. Respira entrecortado. Sangra del brazo.

—Mierda…

Se incorpora lentamente. En la sala hay solo oscuridad, pero al fondo… una señal luminosa.

"Subnivel ALFA – Laboratorio Médico Restringido"

Richard sonríe apenas. Cansado. Tenso.

—Estoy cerca, Rebecca… aguanta.

 


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